El Fenómeno del Niño se empieza a sentir
- Fernando Proaño
- 29 jul 2015
- 4 Min. de lectura

Tanto el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología - (INAMHI) como el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño - (Ciifen) han manifestado que el Ecuador será afectado por la presencia del Fenómeno del Niño, es más, según Ciifen el evento climático ya está presente.
Pero qué es el fenómeno del Niño? El fenómeno de El Niño - Oscilación Sur (ENOS) es un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical. En períodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico tropical, se calientan o enfrían entre 1 ° C y 3 ° C, en comparación a la normal. Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento, es conocido como el ciclo ENOS (o ENSO por sus siglas en Ingles), afectando directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales y puede tener una fuerte influencia sobre el clima en los otras partes del mundo. El Niño y La Niña son las fases extremas del ciclo ENOS; entre estas dos fases existe una tercera fase llamada Neutral. (Fuente: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria).
A nivel Sudamericano se pueden detallar algunas consecuencias como: alteración de los efectos de la corriente de Humboldt, pérdidas pesqueras en ciertas especies e incremento en otras, intensa formación de nubes generadas en la zona de convergencia intertropical, periodos muy húmedos, baja presión atmosférica, generación de aluviones, pérdidas agrícolas entre otras (Fuente:Wikipedia).
Según los expertos, estamos en la fase inicial del Fenómeno, las manifestaciones más claras de la posible presencia del fenómeno de El Niño en la Costa del país son las lluvias y las altas temperaturas que registra esa región en época de verano. El clima veraniego en el Litoral se caracteriza por ser seco y presentar bajas temperaturas, incluso con sensación de frío. Sin embargo, sucede todo lo contrario, como si fuera invierno. Estas condiciones experimentan Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas y las otras provincias costeras.
Los aguaceros han provocado el desbordamiento de ríos como el Teaone, en Esmeraldas, pero sin causar daños, según la unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de Esmeraldas. En San Lorenzo, en el norte, los ríos Bogotá, Timbiré y Santiago afectaron a 47 miembros de 11 familias y anegaron 6 000 hectáreas de plantaciones de palma africana. El río Quinindé creció la semana pasada, pero no hubo desbordamientos sobre la población asentada en las riberas.

En Santo Domingo de los Tsáchilas se han registrado fuertes lluvias en las últimas dos semanas. Según la SNGR, desde junio se han presentado cambios en la provincia debido a la presencia de El Niño. La semana pasada, por ejemplo, se registraron hasta 20 milímetros de lluvia en una hora. Esta cantidad es la que podría caer en una semana en los primeros días de la etapa invernal. “Por lo general, en una hora no se debería llegar a los 3 milímetros. Pero si las lluvias continúan con esa intensidad en tres horas podrían inundarse algunos sectores, que carecen de alcantarillado”, aseguró Hugo Parra, coordinador de respuesta de la Secretaría.
En Manabí, las lluvias constantes se registran desde junio y lo que va de julio, asegura el técnico del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap), Xavier Valencia. “El clima está atípico, ahora que debíamos estar en plena época fría, la humedad y el calor sofocante se sienten en toda la provincia”. Entre junio y julio han caído -en promedio- 100 milímetros de precipitaciones, afirma Valencia. La proyección es que para fines de año siga el mismo comportamiento y este clima se junte con el invierno normal. Las lluvias de mayor intensidad caen en el norte, en los cantones Pedernales, Tosagua, Chone, Flavio Alfaro, Junín y El Carmen. “Datos proporcionados por entidades que estudian el clima señalan que este comportamiento anómalo podría ser un preludio de la posible presencia del fenómeno de El Niño”, afirma Valencia. El agricultor Renán Alcívar, del sitio El Cerecito del cantón Rocafuerte, centro de Manabí, cuenta que el clima con lluvias no es normal. “Hemos tenido temperaturas que rebasan los 32 grados, a eso sumamos lluvias fuera de época, esas anomalías ha causado daños en los cultivos de maíz”. Las plantas son cubiertas con plásticos y se ha acelerado la cosecha para no perder, porque caso contrario una plaga de hongos amenaza a los sembradíos, indica el campesino. En Jipijapa, una plaga de caracoles africanos afecta a las plantaciones de papaya y maíz. (Extracto: El Comercio 27 julio 2015)
Las condiciones El Niño actuales no reflejan de momento, gran intensidad. Aunque uno de los escenarios podría ser la continuación de El Niño durante los próximos meses. Existen probabilidades de que su presencia y evolución continúen y puedan amplificarse durante el 2015, afectando en forma diferenciada a países y regiones. De acuerdo a las condiciones observadas, no es posible determinar por ahora cuánta intensidad pueda alcanzar el evento El Niño ni puede descartarse ninguno de los escenarios, sin embargo, es indispensable y necesaria la formulación de planes de contingencia para evitar pérdidas agrícolas, humanas y de infraestructura.
Fuentes: INAMHI, Ciifen, El Comercio, Wikipedia
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